Es curioso como muchas de las cosas que nos despiertan verdadero interés aparecen en nuestras vidas de manera fortuita o arbitraria. El caso de nuestro vínculo con la obra de Víctor también fue así.
Victor Hugo Andrade es un artista montevideano nacido en Malvín pero que desde hace 24 años vive y ronda por la Ciudad vieja. La calle Ciudadela es donde habitualmente se lo puede encontrar usando su histrionismo para hacerse algún amigo y también vender algún cuadro que le proporcione el sustento del día.
Cuando nos juntamos con él para conocernos y encargarles las ilustraciones no quisimos pedirle nada en particular, de manera de poder aprovechar justamente una de sus grandes virtudes: la originalidad. Y así él fue mezclando sus intereses (superhéroes, músicos afrodescendientes, candombe y cultura pop) para hacernos las cinco ilustraciones que fueron el insumo principal de esta edición limitada de camisetas.
Hay cosas que suceden en el mundo y hay cosas que sólo pasan en el espíritu y el Espíritu, como todos sabemos, sopla donde quiere. Esta cualidad del Espíritu de elegir a quien se le cante para ser su intérprete, no es un hecho que debamos tomar a la ligera. Por eso es que verlo pintar a Víctor es un espectáculo interesantísimo.
Su manera de trabajar es vertiginosa. Por su discurrir sobre el lienzo. Porque pareciera que la ilustración saliera a través suyo, como si él sólo fuera el canal que utilizó la ilustración para manifestarse. Ojo: Decir esto no es quitarle mérito sino más bien enfatizar su singularidad.
Dice Leon Bloy : “No hay en la tierra un ser humano capaz de declarar quién es. Nadie sabe qué ha venido a hacer a este mundo, a qué corresponden sus actos, sus sentimientos, sus ideas, ni cuál es su nombre verdadero, su imperecedero nombre en el registro de la luz…”. De manera que encontrarse con un talento así no debe ser como respirar sino más bien como ser respirado. Víctor sin embargo lo tiene bien claro y no lo duda: “Yo sé que soy un artista”.
Links de interés:
https://youtu.be/q3ofo5flKko